Recogida de residuos de ofimática

Un estudio reciente de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) refleja un aumento tres veces más rápido que el promedio de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), sobre todo en los vinculados a residuos de ofimática.

En la actualidad y debido al rápido crecimiento y vinculación a las nuevas tecnologías hay que tener mucho cuidado al cambiar los equipos obsoletos  y sustituirlos por unos nuevos…

¿Quién nos los retira?

En las compañías hay  poco conocimiento de las normativas actuales para la recogida de aparatos eléctricos y electrónicos, antes de que una empresa o llámenos autónomo se lleve sus residuos informáticos lo minino que debe conocer, es la normativa que regula estos residuos, además no es una normativa según el residuo que sea son varias y muy complejas y estrictas “el desconocimiento de las leyes no te eximen de sus responsabilidades “ exigen una documentación previa para controlar la trazabilidad del residuo y una gestión responsable.

No todas las empresas que recogen los residuos están al día de las normativas para un servicio responsable, siempre hay que tener en cuenta varios aspectos que desarrollamos en cuatro  fases:

1-    Que sea una empresa autorizada para el trasporte de residuos peligrosos.

2-    Que tenga los seguros actualizados para el transporte de residuos peligrosos, responsabilidad civil y medioambiental.

3-     Los residuos retirados se recojan con la documentación que exige las normativas de RP, y se certifiquen la correcta gestión medioambiental y la  de destrucción de la información.

4-     El residuo no podrá ser vendido en el mercado de segunda mano, ya que hay varios estudios que confirman que hay programas que recuperan los datos borrados o formateados de los equipos.

¿Donde acaban?

Es una vergüenza para occidente el consentir que los residuos  electrónicos como ordenadores, portátiles, teclados, cpu´s etc… Se abandone en las zonas más pobres del mundo. Ahorrándose  el reciclaje local camuflado a veces de donación o de material de segunda mano.

Hay que tener muchísimo cuidado en esta mala gestión de nuestros residuos informáticos,  ya que a veces acaba en las manos equivocadas y pueden utilizar toda la información que contengan que no es poca,  en  prácticas fraudulentas para todo tipo de engaños y robos informáticos.